Un surtido de 75 tablillas de madera (55 en natural y 20 en color) para construir una araña.
Detrás de la tapa se encuentran detalladas las etapas de construcción que se tendrán que seguir.
¡Una primera construcción guiada para inspirar muchas otras!
Ideal para peques a partir de 4 años.
Los juegos de construcción son los que más atraen a los peques durante la infancia. La idea de poder formar estructuras, formas o figuras a través de otras piezas les encanta. Es una actividad que les aporta multitud de beneficios mientras se lo pasan en grande. Desarrollarán el ciclo de ensayo-error, las habilidades motrices, sensoriales, cognitivas, sociales y emocionales.
Los juegos de construcción se adaptan perfectamente a cada edad del peque. Cuando son más pequeños tienen piezas grandes, manejables y fáciles de apilar y a medida que van creciendo los sets de construcción se vuelven más complejos, con más piezas y con estructuras más difíciles de realizar.
Los beneficios principales de los juegos de construcción son:
La motricidad fina y la coordinación mano-ojo es fundamental desde muy peques. Les permite experimentar e interesarse y aprender sobre su entorno. A medida que van creciendo tienen más fortaleza en los músculos y aprenderán a controlar dicha fuerza a través de la precisión y la coordinación de los movimientos al apilar las piezas con exactitud.
La resolución de problemas es otro punto fundamental en la construcción. Los peques tendrán que planear la estructura o forma que van a crear antes de empezar a construirla. Todo este proceso será mental y le ayudará con la agilidad de pensamiento y la resolución de problemas.
Aprenderán los conceptos más básicos de las matemáticas, las formas y las operaciones sencillas a través de la construcción. Podrán ver rombos, cuadrados, círculos... pero el beneficio principal es que inconscientemente van a ver el funcionamiento del equilibrio, la fuerza de las piezas, la simetría y la importancia de colocar todas las piezas teniendo en cuenta estos factores.
Sabemos que los peques también les gusta destruir las construcciones, es por eso que también van a poder experimentar el proceso causa-efecto y la gravedad con algo tan sencillo como una torre apilable.
A través de estos juegos también desarrollarán las habilidades sociales, la cooperación y el respeto. Seguramente si el peque está jugando con un amigo o amiga siempre habrá algún momento de tensión por querer hacer algo que el otro no quiere, es importante que aprenda a través del juego la importancia de la colaboración, cooperación y a compartir y empatizar con los demás.
Uno de los beneficios más importantes de este tipo de juegos es la creatividad, la imaginación y el juego simbólico. La imaginación de cada peque es totalmente distinta. Con los mismos bloques uno construirá un castillo y el otro un avión, es por eso que dejar a los peques jugar con libertad les desarrollará la creatividad. También, a través del juego simbólico, podrán construir una casa o cualquier objeto de la vida cotidiana y desarrollar el lenguaje.
También aprenderán a controlar su frustración y a mejorar su autoestima. Las construcciones muchas veces no le saldrán a la primera, es importante enseñarles que tienen que seguir intentándolo y cuando la consigan completar valorar su esfuerzo. Esto mejorará mucho su espíritu de superación, concentración y autoestima.
Una vez acabemos de jugar será el momento de recoger. Nunca apetece recoger todos los juguetes pero es importante crear hábitos ya de muy pequeños para que se lo puedan aplicar inconscientemente durante otras etapas y edades.