Un clásico juego de madera que ejercita la paciencia y la concentración. Cada jugador deberá planificar muy bien su movimiento y observar todas las piezas y cómo están colocadas. El objetivo del juego es intentar desmontar la pared sin que se caiga la maceta que se encuentra en la parte de arriba. Para iniciar el juego, construid una pared con todas las piezas mezcladas en el muro y poned la maceta encima del todo. Una vez construido, empieza un jugador a sacar el primer bloque. Sólo se puede tocar el bloque que vas a sacar y no se puede apoyar la mano en la estructura de madera. Hay algunos ladrillos que tienen una imagen y que significa que después de sacarlo pasará alguna acción. Caracol: vuelves a coger otro ladrillo una vez sacado este. Sol: tienes que sacar un ladrillo que se encuentre en la parte interior y no toque las paredes de madera. Lluvia: puedes mover suavemente 3 bloques para poder sacar el que mejor salga de su posición.
A parte del muro, también se puede jugar al clásico Jenga, el juego de ir sacando los ladrillos y evitar que la torre se caiga. O simplemente crear una construcción de madera con la ayuda de estos ladrillos.
Es perfecto a partir de los 6 años.