Un divertido juego de cartas para que los peques aprendan a la vez que se lo pasan en grande. Se trata de ir tirando cartas que coincidan con la anterior según la especie de animal o el color. El primer jugador que consiga quedarse sin cartas en la mano, habrá ganado la partida.
La partida dura entre 5 y 10 minutos.
Es perfecto a partir de los 3 años.