Este juego es perfecto para aprender los colores jugando y divirtiéndose. La idea principal del juego es que el peque coja una carta con un patrón dibujado e intentar hacer el mismo patrón poniendo poco a poco los colores dentro de los tubos para lograr tener el mismo. También se pueden sacar todas las fichas de colores y que el peque ponga cada una en el color que le corresponda.
El juego incluye: 16 fichas de madera maciza y 12 fichas de patrones.
Es perfecto para desarrollar la coordinación mano-ojo y el descubrimento de las formas y los colores.